15 de Diciembre DIA MUNDIAL del CAMIONERO
Eduardo Izquierdo tenía 12 años cuando llevaba la leche a la cremería de Campo Andino, donde nació y vivió hasta que se casó.
Sus padres trabajaban como medieros en un campo, el y sus hermanos ayudaban. "Todos los días, después del ordeñe el tractor y chata llevaba los tachos de leche a la cremería distante 10 Km, hasta que cerró y se terminó el acarreo; en el campo se aprende a manejar de todo, desde chico", contó Eduardo mientras hojeaba un cuaderno con prolijas anotaciones, fechas, cargas, precios, cambios de moneda año tras año sorprenden los números. "Esto lo aprendí de mi viejo, anotá todo, me decía".
Debido al cierre de la cremería su papá compró un camión y Eduardo, con 18 años, tomó el volante y comenzó a andar caminos con cargas de cereal y leña en pueblos cercanos, también a ferias ganaderas llevando animales. Al poco tiempo agregaron acoplado y alargó el recorrido. En 1992 se casó instalándose en Laguna Paiva. Con camión propio dejó el traslado de hacienda, sus cargas fueron y son diversas prevaleciendo el cereal, recorriendo rutas que lo llevan por el norte y centro del país. Alguna vez fue al sur, con posibilidades y logros, pero cambiando camión y acoplado. A veces salen en grupos de camioneros, todos llevan utensillos de cocina y una vez recordó Eduardo, se detuvieron en un monte santiagueño, otro camionero, Sergio Buigues, con pericias de cazador y cocinero, coció arroz con palomas. Momentos inolvidables en largas jornadas. En otra oportunidad que esperaban en Lanas Oeste el turno se complicó, controles estrictos, documentos y otros datos, a veces se hace larga la espera en playas de estacionamiento; ese día mientras esperaban para cargar fertilizante, cocinaron estofado y al momento de echar los fideos al agua, los llamaron, levantaron todo y al terminar de cargar recién pudieron comer entre risas y hambreados.
Siguió recordando Eduardo que sobre el año 2003 venían desde el norte y al llegar a Nelson por la Ruta 11 se encontraron con la tremenda inundación. Largas filas de vehículos, horas y horas de espera para pasar lentamente derivaron en pleno centro de Santa Fe, en esas calles angostas para camiones hasta poder llegar a la autopista Santa Fe - Rosario. Anécdotas, aprendizajes en compañía o solos, amistades que nacen en las rutas, escuchando radio, mateando al compás del motor, bajo noches estrelladas, sol ardiente, fríos y enfrentando tormentas, deseando llegar a casa en fechas importantes sin poder compartir con la familia. Al no tener otro medio, como un caracol con la casa a cuestas, muchas veces llevó a pasear a la familia en camión, con colchones, sillones y todo lo demás. Quiere que sus tres hijos estudien y hagan su propio destino.
Eduardo dice que este año es muy crítico y no conviene salir lejos. En ocasiones no se llegan a cubrir los gastos de mantenimiento del camión, también hay tiempos que no se trabaja, como vacaciones forzadas esperando surja algo. Camioneros que sentados al volante en un ir y venir de rutas, sus historias van rodando por territorio argentino.
Publicado por Cristina Mix
para el periódico regional El Santefesino, en Diciembre de 2009.