Fundación de la Biblioteca Juan Bautista Alberdi de Laguna Paiva
La fundación de la biblioteca se produce en un momento histórico propicio. Cercanas las ideas renovadoras de fines del siglo XIX en cuanto a educación popular, dirigida y sostenida por el Estado, en el país se crean las escuelas fiscales en toda la extensión de su territorio, surgen las Universidades Nacionales en las provincias y también las bibliotecas.
Por otra parte, en las últimas décadas del ochocientos y las primeras del novecientos, en un país en donde todo estaba por hacerse, la palabra vigente: "progreso" significaba la apertura de los puertos, construcciones viales, de puentes, extendido de los ferrocarriles, ejecución de grandes obras como el agua corriente, construcción de los edificios públicos. Se instalaban los modernos frigoríficos ingleses y norteamericanos y arribaban fábricas de diversos orígenes.
Todo esto planteó la necesidad de mano de obra, puestos que no serían ocupados por los indios ni por los gauchos, cuya causa no es tema de tratamiento en este trabajo. Se produce una nueva corriente de inmigrantes, distinta a la correspondiente al período posterior a la caída de Rosas destinada a cubrir las necesidades de la actividad agrícola. Estaba compuesta por obreros capacitados o de fácil adaptación a las tareas industriales. Venían con la experiencia adquirida en Europa desde la Revolución Industrial en adelante. También nos aportaron el conocimiento de las nuevas ideologías sociales como la conformación de los sindicatos, las cooperativas y las mutuales.
Lo mencionamos porque parte de esto sucedió en Laguna Paiva con la construcción de los ramales, al norte y a Dean Funes, la instalación de los talleres de reparación de vagones, del depósito de locomotoras, las cuadrillas de vía y obras y, muy importante, la estación de trenes donde, como su nombre lo indica, los trenes debían detenerse para el ascenso y descenso de pasajeros y también de las cargas, profundizando la actividad ferroviaria local.
La etapa primera de nuestra biblioteca tiene total relación con la actividad ferroviaria. En las primeras comisiones figuran nombres de extranjeros, particularmente españoles e italianos, en su mayoría trabajadores. Algunos fueron jefes de los talleres como "Lasalle, Bernardini, Cerra, Fuentes" o médicos del ferrocarril como Teisaire, Novillo Pizarro y más delante Aeberhard", etc. Lo mismo aconteció en las otras instituciones: Sociedad Italiana, Sociedad Española, Sociedad Hispano Argentina. Luego los sucederíamos sus descendientes, mezcla de nacionalidades.
Eligieron el 25 de mayo para inaugurar la biblioteca porque quisieron darle la fuerza patriótica que el hecho merecía. Ocurrió en 1925.
Ese día se llevó a cabo un gran acto público. Asistieron: el presidente de la Comisión de Fomento, el Ingeniero León Lasalle y su vicepresidente Eduardo Teisaire, quienes, junto a un grupo de vecinos fueron los impulsores del proyecto; la Escuela Fiscal N° 31, Única existente por entonces, con su director Felipe Hang, los maestros y todos sus alumnos; representantes de: Sociedad Italiana, La Fraternidad, Club Atlético Instituto, Cuadro Filodramático El Despertar y gran parte de la población.
Luego de que el Doctor Teisaire hiciera uso de la palabra lo siguieron el director de la escuela y la maestra Nicolaza Pacheco "los cuales enaltecieron la obra de cultura que está llamada a realizar la biblioteca incitando a los presentes a auspiciar la naciente institución, a aportar cada uno su concurso y su entusiasmo en la medida de su poder y capacidad y a fomentar la difusión del libro" Acta Nº 1
De pie: José Perone, José Fuentes,
Leandro Fuentes.
Sentados: Alejandro Revuelta,
Luciano Riquelme Atienza,
Esteban Sauvanet
El maestro Clodomiro V. Caboteau leyó una poesía de la que es autor: Oda a la bandera y dos alumnos de cuarto grado: Corina Rodríguez y Bartolomé Moragues recitaron poesías patrióticas.
El Sr. R. Pérez habló en nombre de los obreros y con palabras calurosas hizo un llamado a sus compañeros para que "en sus boros de descanso concurrieran al local de la biblioteca y nutrieran su espíritu en la lectura en lugar de malgastar st4 tiempo en diversiones menos provechosas y más raras" Acta N° 1.
Luego, León Lasalle cerró el acto prometiendo que la comuna seguiría velando y apoyando a la biblioteca que se inauguraba bajo tan brillantes auspicios.
Al pie del Acta N° 1 se leen las siguientes firmas: Lorenzo García, Francisco Tort, Juan Gómez, Carlos Depaoli, David Carreras, Ángel Musante, Eduardo Teisaire.
En los días siguientes un grupo de vecinos se reúne en el local de la escuela para constituir una comisión provisoria que atenderá el funcionamiento de la biblioteca y redactará los estatutos dejando bien claro, desde el principio, "que la sociedad será absolutamente neutral en cuanto a ideas políticas o filosóficas. Propenderá, en primer término, a mantener y fortificar el nacimiento de nacionalidad y a propagar conocimientos de letras, de ciencias puras, y de ciencias aplicadas". Acta Nº 3
Desde entonces, merced a donaciones, aportes societarios y los dineros obtenidos en las veladas teatrales por el grupo El Despertar, la biblioteca comienza una línea de franco crecimiento. Muy pronto, en 1927 adquiere su casa propia. Se le agrega un salón al frente en 1930, el cual debió ser ampliado hasta las medidas actuales en 1931 debido a la numerosa concurrencia de público. Todo esto acompañado por un alto crecimiento de su caudal bibliográfico.
Desde el comienzo se pone bajo la órbita de la Comisión de Bibliotecas Populares. En 1942 es nominada de primera categoría y su edificio declarado Patrimonio Cultural Arquitectónico en julio de 1994, según la Ley 11.155 de la Legislatura de la Provincia de Santa Fe.
Nuestra biblioteca acompañó a la comunidad en el transcurso de su historia en todos los hechos fundamentales que se sucedieron y tuvo épocas de mayor brillo que otras. Los años transcurridos desde su fundación hasta los cincuenta son relevantes. Había alcanzado su sitial de excelencia por el importante fondo bibliográfico existente y por su capacidad convocante de las familias: festivales artístico-culturales, teatro, actos patrióticos, conferencias, exposiciones, lecturas comentadas, cursos de inglés, de dibujo y de capacitación para obreros ferroviarios. Y por los sesenta se agregó una radiodifusora con "La Voz de la Biblioteca" y proyecciones de películas.
Si bien en los setenta y en los ochenta decreció su movimiento, fue tan enorme el peso de su pasado socio-cultural que la biblioteca conservó intacta su condición señera.
Fuente: Revista Identidad