Publicado en Relatos

Mi abuelo, la plaza y el palo borracho...

Plaza de mi pueblo
sos la imagen de mi gente,
no quisiera perderte
por eso siempre a visitarte vuelvo.

Evoco los árboles a cuya sombra
descansaba con mi abuelo,
en las calurosas mañanas
aquellas de mis recuerdos.

Cercano al mediodía
hacía un alto en la jornada,
nos sentábamos en un banco
a gozar de la frescura
de una frondosa enramada,

El Palo Borracho
nos cobijaba con su manto.
A veces era una nube
de rosados tonos.
Otras, una nube
de blancos algodones.

Aún hoy, en tiempos de tormenta,
siendo época de primavera
nos regala sedosa nieve,
y una alfombra blanca
de copos juguetones,
que arrastrados por el viento
escapan pirueteros
por diversos senderos.

¡Tan gordo y espinoso su tronco!
contrasta con el algodón
suave de su copa
¡Nadie se atreve a robarle una espina…
ni tampoco un vellón que bien mezquina!

 

Por Betty Fantini colaborando con www.lagunapaivaweb.com.ar