Laguna Paiva, pueblo de trabajo, progresa en forma impresionante
¿Cómo era Laguna Paiva en los años 30?
Revisando documentos históricos compartimos esta nota de 1930, con un título impactante y que esperamos, con el correr de los años pueda volver a hacerse realidad..., pero lo importante de esta nota periodística extraida del Diario El Orden radica en la descripción histórica que realiza de nuestro pueblo en aquellos años.
En la primer parte del artículo se refleja la época dorada del Ferrocarril, nuestro pueblo fue el protagonista, y este relato nos ayuda a transportarnos en el tiempo e imaginar el explendor de pueblo floreciente.
Luego, el cronista identifica los trabajos que se realizan en la única oficina postal, (atendián 44 trenes semanales), las carencias y dificultades que se presentaban en Laguna Paiva con respecto a las comunicaciones postales, generando el reclamo en forma pública a través del diario...
Como frutillas de un postre, las dos fotografías que acompañan el artículo (de página completa) son una delicia histórica para los paivenses, la primera, muestra la imponente estructura del depósito de locomotoras y la segunda, la esquina mas transitada de aquella época, hoy, Rep. de Italia y Moreno (de izquierda a derecha la última)...
En fin, para conocer un poco más sobre nuestra historia de pueblo, hoy ciudad, y también para comprender que hubo tiempos difíciles, de pioneros, de inmigrantes, y de trabajadores pujantes que dejaron todo en estas tierras con el sueño de un futuro mejor... a más de setenta años de esta crónica los paivenses seguimos resistiendo a fuerza de trabajo, ya sin aquellos grandes talleres, pero con unas ganas tremendas de no perder la memoria, memoria que habla de padres y abuelos, memoria y raiz de un pueblo ferroviario...
EL ORDEN
20 de Agosto de 1930
Laguna Paiva, pueblo de trabajo, progresa en forma impresionante
Laguna Paiva, es una población que progresa en forma realmente halagadora. Es un pueblo eminentemente de labor, que alegra con su bullicio aquellas calles y aquel comercio; siempre frecuentadas por gente de trabajo que se mueve en todas direcciones llenándolo todo, alegrándolo todo.
Aquello es una verdadera colmena humana, pero sin zánganos, pues mientras los hombres entran y salen de los grandes talleres de los FF.CC. del Estado, donde se dignifican y enorgullecen con sus bellos ejemplos de incansable labor, produciendo constantemente obras de utilidad para la empresa ferroviaria del país; mientras ellos tranquilos trabajan alegres y satisfechos identificados con el rumoroso compás de las potentes máquinas dominando el acero; esos obreros no sienten las fatigas ni el desgaste de sus fuerzas pensando sin duda, que con ello, labran la tranquilidad y el bienestar de sus hogares haciéndolos dignos de todos los respetos.
Y, mientras ellos, los obreros de los talleres de Paiva, producen con su férreo trabajo las alegrías y los progresos de ese pueblo admirable, sus padres y sus esposas viven entregados a los quehaceres de sus hogares, preparando a la vez a sus hijos e instruyéndolos en los colegios locales, para la ardua lucha del mañana.
Un pueblo en la forma como lo hemos visto ayer, es digno de alabanzas y mas digno aún de que, los poderes públicos los colmen de atenciones escuchando sus pedidos y ayudándoles a combatir las necesidades y los obstáculos que se oponen a sus procesos.
El correo de Paiva reclama mas personal.
Aquel gran centro de labor y cultura habilitado por miles de almas, aguerridas al trabajo no puede sin embargo recibir los beneficios que tienen el derecho de esperar de la oficina de correos de la localidad.
No es que quisiéramos decir, que ellos entraña la falta de atención de su personal, por el contrario, en esas oficinas viven completamente agobiados de trabajo tanto su jefe, señor Rosario Giarratana como el telegrafista, el mensajero y un cartero que es todo el personal con que cuenta aquella oficina para atender 44 trenes semanales que llevan y recogen su correspondencia.
La importancia de esas oficinas habrá quedado demostrada al decir que, solamente en giros postales, despacha algo más de 20.000 pesos mensuales y que, las piezas de correspondencia, se suman por millares.
Vanas promesas de la Dirección General de Correos
Hace mucho tiempo, allá por el mes de junio del año próximo pasado a raíz de unas quejas que recogiéramos de aquel vecindario, las que expusimos es estas mismas columnas imprescindible, para la buena marcha de estas oficinas, se nos dijo, que la Dirección General, había tomado debida nota y que había dispuesto dotarla del aumento de los empleados reclamados por sus latentes necesidades y el desarrollo siempre creciente de esas oficinas.
De aquellas disposiciones y de aquellas promesas, no ha quedado sino el recuerdo y el recrudecimiento de las protestas de ese pueblo laborioso, tan injustamente menospreciado.
Pueblo nuevo carece de servicios postales
Es sabido que dentro del pueblo de Paiva, se ha formado otro vecindario llamado Pueblo Nuevo y, poblado por algunos centenares de familias; pues bien, todos esos habitantes se hallan privados de esos servicios postales, ya que, el correo local, se encuentra en absoluto carente de personal para atender a esos pobladores, lo que significa el más cruel de los abandonos, y la más criticable de las injusticias.
"El Orden" llama la atención del señor Jefe del 5to Distrito, entre nosotros para que escuchándonos recoja el justo pedimento de aquellos habitantes de Pueblo Nuevo, dotándolos a lo menos de una estafeta y procurando por todos sus medios al alcance el nombramiento del personal ya ofrecido por la Dirección General para las oficinas de Correos y Telégrafos de Paiva.
Prometemos para mañana una foto panorámica de una de las calles de ese Pueblo Nuevo, por la que el Sr. Jefe de Distrito podrá darse exacta cuenta de la justicia que entraña el pedido que por nuestro intermedio hace aquel vecindario, carente hasta hoy de los servicios postales.
Ofrecemos también para mañana la publicación de otra panorámica donde nuestros lectores fácilmente apreciarán el estado ruinoso del camino real que une a Paiva con el vecino pueblo de Nelson.
Ese camino en tal estado demostrará la verdad de cuanto hemos venido diciendo sobre el criminal abandono de los poderes públicos para con los pueblos del gran norte santafesino y sin temor a que nadie nos desmienta podemos asegurar, que no hay vehículo que se atreva a cruzar el referido camino que como decimos es punto de unión de tan importantes poblaciones.
Fuente: Hemeroteca Digital - Diario El Orden